CUIDADOS DE LOS GLADIOLOS

Del latín “gladius” (que denomina al tipo de espada que inspiró a Plinio para nombrar la planta), las flores de los gladiolos recuerdan a la forma de este arma que les da nombre y su cultivo se popularizó en Europa a partir del siglo XVIII. Hoy te enseñamos cuidados de los gladiolos y te desvelamos algunas curiosidades de esta planta espectacular y muy colorida.

Los gladiolos son flores muy populares tanto en ceremonias y celebraciones de todo tipo como para regalar, para adornar nuestro hogar y para crear rincones especiales en el jardín. Son algo más delicados de cuidar que otras plantas de las que te hemos hablado en nuestra sección de ciudados, pero nada que no puedas conseguir con dedicación y constancia.

Vamos a aprender un poco más sobre cuidados de los gladiolos.

¿Qué debes saber sobre los gladiolos?

• Con más de 250 especies y alrededor de 1o.000 variedades diferentes, los gladiolos son una de las plantas más variadas.
• Nativos de las zonas cálidas del sur de África y de Europa, así como de Oriente próximo, los gladiolos son muy populares entre amantes de las plantas de flor y coleccionistas.
• De sus más de 250 especies, 163 son de África austral, 10 de Eurasia, 9 de Madagascar y las restantes de África tropical.
• Forman parte de la familia de las Iridáceas y son una de las llamadas plantas bulbosas, porque se desarrollan a partir de bulbos.
• Florecen a principios del verano y mantienen la floración hasta bien entrado el otoño. Para asegurarte de tener gladiolos durante un periodo largo de tiempo, haz la siembra de bulbos escalonada desde la última helada y hasta la primera semana del verano.
• También es buena idea cambiar los bulbos de sitio de un año para otro, de modo que la nueva tierra y localización estimule su crecimiento, e incluso dejarlos descansar entre plantaciones al menos un año.

Cuidados de los gladiolos

• Una de las principales necesidades de los gladiolos es la luz, especialmente para florecer. Los bulbos de gladiolo necesitan al menos 12 horas diarias de luz directa para que las flores abran.
• Los gladiolos aguantan bien el pleno sol (aunque es buena idea que, en las horas de mayor insolación durante la canícula protejas sus pétalos con una tela de sombra, por si acaso) y no florecen a la sombra. En semisombra florecerán, pero con menos profusión que si los tienes al sol.
• Aunque se adaptan a prácticamente cualquier tipo de suelo, el sustrato más adecuado es aquel que sea arenoso y drene bien. También puedes plantar gladiolos en tierra para hortalizas (si tienes un huerto urbano, matarás dos pájaros de un tiro).
• Es buena idea que dejes un espacio entre bulbo y bulbo y que no plantes nada más junto con tus gladiolos (o, al menos, que no lo hagas cerca), ya que se trata de una planta muy territorial y que solo vive bien si no tiene otras especies cerca.
• Debido a su procedencia y hábitat natural, todas las variedades de gladiolos prefieren las temperaturas cálidas y no toleran las heladas. Algunos pueden vivir a temperaturas un poco más bajas que las veraniegas, pero el frío no les hace ningún bien.
• En cuanto al riego, el gladiolo es una planta que quiere mucha agua y humedad constante, aunque el encharcamiento es perjudicial, por lo que deberás procurar que el sustrato esté siempre húmedo pero bien drenado.
• Una tierra siempre húmeda propicia una floración más abundante y hace aumentar el tamaño de las flores, mientras que si la planta pasa sed, podría no florecer o hacerlo de forma deficiente.
• Por lo que respecta a las plagas, los gladiolos se ven afectados por trips, pulgones y babosas, así como por moscas del bulbo y del narciso y por los áfidos del bulbo.
• Además, les afectan la podredumbre gris, botritis, roya transversa y fusarium, entre otras enfermedades.

Curiosidades sobre los gladiolos

• ¿Sabías que los gladiolos poseen una alta variabilidad en cuanto a tamaño de su flor? Los hay con flores en miniatura y con flores gigantes y espectaculares.
• Como planta, los gladiolos son ideales para crear masas floridas en los meses de verano (e incluso puedes combinar tamaños para crear diferentes alturas y paisajes).
• Los gladiolos son también muy populares en flor cortada, ya que se usan en numerosos arreglos y ramos, especialmente para decoración de ceremonias nupciales.
• Para cortar correctamente tus varas de gladiolo y adornar con ellas la casa o regalar un precioso ramo procedente de tu jardín, hazlo por debajo de las flores más cercanas al bulbo, cuando éstas hayan empezado a adquirir color.
• A los bulbos de gladiolo se los conoce como cormos y tardan unos 60 días en florecer desde su plantación.
• Al ser una planta bulbosa, el gladiolo te florecerá cada año siempre que cuides y conserves los cormos de la manera adecuada. Si los tienes en una zona templada y sin heladas, no es necesario que los desentierres: simplemente, déjalos descansar durante el invierno.
• Si vives en una zona con heladas, desentierra los bulbos tras la última floración y guárdalos en lugar oscuro y seco, protegidos hasta que los plantes en la próxima primavera.
• Como muchas otras plantas y flores, los gladiolos tienen también propiedades medicinales y en la Edad Media se usaban en ungüentos y cataplasmas como remedio para meguar el dolor.
• En la época de los romanos, la flor del gladiolo se entregaba a los gladiadores que triunfaban en la batalla; por eso, la flor es el símbolo de la victoria.
• En el lenguaje de las flores, los gladiolos evocan victoria, fuerza e integridad moral. Dependiendo del color, se añaden diversos significados. Así, los gladiolos naranjas simbolizan amor sensual, los rosas desean suerte, los rojos evocan erotismo y los amarillos invitan al amor.

Ahora que ya sabes un poco más sobre los cuidados de los gladiolos, recuerda que tenemos geranios para ti en nuestra floristería y que creamos arreglos especiales con gladiolos, para decorar o para regalar a tus seres queridos en cualquier ocasión.

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